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November 30, 2021

La Paradoja de la Productividad es la Nueva Normalidad

En julio de 2020, solo unos meses después de lo que se ha convertido en una pandemia de varios años, les directores ejecutives de la cohorte 4 y les facilitadores de Move to End Violence se reunieron para hablar sobre el aprieto en el que se encontraron muches activistas, organizadores y líderes: ¿Cómo podemos continuar el trabajo “productivamente” mientras nuestras comunidades y familias se encuentran bajo un estrés y una crisis extremos?

Aunque probablemente poques de nosotres entendimos en aquel entonces hasta qué punto esto se convertiría en nuestra nueva normalidad, ahora está muy claro que trabajar bajo múltiples pandemias (COVID 19, violencia supremacista blanca, desastre ecológico) no es excepcional. No se trata de cómo manejar una crisis limitada en el tiempo, sino de cómo cambiar nuestras formas de trabajar de manera integral para que seamos capaces de manejar cualquier nueva crisis o desafío que surja.

Hay algunos que han hecho un llamado a este tipo de liderazgo y modelado en sus propias vidas durante bastante tiempo. Les activistas por los derechos de las personas con discapacidades han entendido y dicho que el tipo de productividad que el capitalismo requiere de nosotres es una trampa, la cual está diseñada para mantener fuera de todo a les más marginades y limitar las conexiones comunitarias necesarias para sobrevivir y prosperar.

Les padres también han experimentado las increíbles presiones de la crianza de les hijes cuando la limitada red de seguridad social que existe en Estados Unidos -entiéndase, las escuelas y las guarderías- no pueden funcionar de manera segura. Estas no son nuevas realidades, solo se trata de un momento que ha expuesto cuán vulnerables son ciertos grupos y cuán necesaria es una red de seguridad real y relaciones comunitarias profundas para la supervivencia.

Esa conversación que tuvo lugar en julio de 2020 apuntó hacia estas nuevas realidades y vio este momento no como un estado temporal de respuesta, sino como un llamado a un nuevo tipo de liderazgo. Esta herramienta detalla cómo puede verse ese liderazgo, algunos aspectos destacados:

  • Estos momentos requieren un mayor sentido de propósito, adaptabilidad y enfoque en la intención;
  • Requiere una colaboración más profunda, confianza, relaciones y comunidad;
  • Debemos priorizar y atender a nuestra gente;
  • Debemos crear un espacio para la sanación, la fe y la oración como tácticas y herramientas para construir una cultura en la que lo resolvamos juntes y no prescindamos de les demás;
  • Es posible hacer que las personas se hagan responsables de forma tal que reconozcan la integridad de la gente, crean en sus capacidades y las preparen para el éxito;
  • El liderazgo compartido ofrece la capacidad de mantenernos con compasión y reconocer las limitaciones, así como liderar con un enfoque en las fortalezas;
  • Si pasamos de la performatividad del liderazgo a un liderazgo auténtico, podemos ser reflexivos, mantener lo real y usar nuestras emociones a propósito y estratégicamente.

Le invitamos a reflexionar nuevamente sobre estos recursos a medida que nos acercamos a los dos años de esta nueva normalidad bajo la pandemia por COVID-19.

¿Cómo ha cambiado su liderazgo y relación con el trabajo en los últimos 18 meses?

¿Ha encontrado más equilibrio entre la familia, la comunidad y el trabajo?

¿Cómo se ve el liderazgo auténtico para ti?

¿Ha cambiado tu relación con la productividad?